Después de haber visto el despropósito con que se banalizó "Nueve Reinas", cualquier aproximación Hollywoodense al Cine Argentino de calidad y prestigio, sería tomado, desde este confín del mundo, con escepticismo y desconfianza. Tal fue el caso de la remake de "El Secreto de sus ojos", una de las películas argentinas más logradas y exitosas.Solo la posibilidad de ver a un par de estrellas femeninas cinematográficas declamando líneas de diálogo creadas por Eduardo Sacheri y adaptadas por Juan Campanella podía invitar a su visión. Sin embargo, "Secretos de una obsesión", resulta un buen film, no solo por lo que replica de su antecesora sino también por lo que la diferencia. Si bien respeta la línea argumental, algunos cambios en los personajes permiten una resolución diferente, donde los aspectos románticos y humorísticos ceden espacio al thriller y al suspense. Pierde en la menor espesura de la trama, en la concreción de algunas escenas allí magistrales, aunque vale reconocer el respeto al film original replicando, en escenas que huelen a homenaje, la aproximación al estadio, esta vez de béisbol, el diálogo sobre la pasión, las imágenes iniciales de la joven víctima, la visita a una casa de pueblo,o el remate hacia el baúl de un auto bajo el sonido del tren. Deslucida Nicole Kidman, impecables Chiwetel Ejiofor y Dean Norris, lo que esta remake suma a la original en términos de personaje y actuación, es la presencia de una enorme Julia Roberts, quien cede su imprescindible sonrisa en favor de la trama, permite un ángulo diferente a la historia, incluyendo un final preciso y emotivo, y nos regala, una vez más, una actuación maravillosa. No sé que recomendación le haría al resto del mundo. Pero a los argentinos, donde muchos adoramos "El Secreto de sus Ojos", les recomiendo ver "Secretos de una obsesión", igual aunque diferente a la anterior, una buena película con una gran actuación que le sube el precio a su antecesora.