De ahora en adelante pienso defender esta "Cazador de demonios" con Wesley Snipes a la cabeza. Y pienso hacerlo a pesar del misterioso empeño de ciertos miembros del equipo técnico por incitar a que la detestes. Sí, montador. Esto va por ti.
Una película de clara vocación serie B, y con una trama de parvulario, no puede ser tan difícil de seguir. Es que en este film de Andrew Goth, o pones los cinco sentidos, o adiós. Mediante una narración fragmentada de posproducción han pretendido hacer el guion más inteligente, pero al final, lo único que han logrado, es construir una por momentos incomprensible historia que continuamente expulsa al espectador. Lo que unido a lo bizarro de la propuesta, pues imaginen. De verdad, o el editor era John Kramer y estaba jugando con nosotros, o no entiendo nada.
Para todo lo demás "Cazador de demonios" es un western de videoclub, muy crepuscular y de tintes fantásticos, bizarro como el solo y muy, muy marciano. Y si es una especie de «Jonah Hex» apócrifo ambientado en un desértico "Silent Hill", pues se dice y arreando.