Y en parte no les falta razón.

Dicen por ahí no convence ni como drama ni como comedia.
Se queda más bien en una triste tierra de nadie.

A pesar de contar con un reparto envidiable y un punto de partida prometedor, la película se convierte por meritos propios en una mediocridad.

El guión es gris, no tiene ni diálogos ingeniosos, ni situaciones cómicas remarcables y cuando mejor funciona es en el terreno del drama.

Jennifer Aniston, es un lastre enorme para la película.
Actúa como si se encontrara en un episodio de Friends.
Su personaje es uno de los mas estúpidos de las últimas décadas.
Insegura de si misma, llorona y estúpida ni siquiera sale guapa en la película.

Por el contrario Kevin Costner y Shirley MacLaine y una sorprendente Kathy Bates son lo mejor de la película con diferencia, y la película se deja ver gracias a su estupendo trabajo.

Una gran decepción.