Empezaré diciendo, que es una pena, que una película en la que intervienen Bruce Willis y John Cusack - algo ya de por sí muy atrayente- acabe siendo de tan pobre nivel. Quizá lo único que se salva, es el ritmo, que no llega a decaer, pero por contra, el argumento es muy manido, las escenas de acción, aunque bien ejecutadas, son repetitivas hasta la saciedad, y todo es demasiado previsible, incluido el final.

Malas actuaciones, con un Jason Patrick, acartonado e inexpresivo durante toda élla, algo ya habitual en él, aunque éso sí, infalible a la hora de disparar, en contraposición a sus adversarios, que hacen gala de una puntería espantosa, algo que llega a ser exasperante.

Bruce Willis, en esta ocasión,está lejos de las interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados en sus habituales personajes de héroe incomprendido. La diferencia está en que en aquéllos suele hacer un buen trabajo, mientras que èste, no pasará a la historia como una de sus mejores actuaciones precisamente, cosa que no es culpa suya, ya que su personaje no dá para más.

El único que podría haber salvado los muebles, el excelente John Cusack, no es que actúe mal, es que no le dejan, pues queda en este film relegado a un muy secundario plano y a un pobre personaje, que impide que podamos disfrutar de otra sus buenas actuaciones, y que se resume a un par de breves apariciones en las que le resulta imposible desplegar sus grandes cualidades como actor. Resulta inexplicable que un profesional de su categoría, haya aceptado semejante papel en una película de tan baja calidad.

En resumen, previsible película de acción llena de tópicos y con argumento plano, dirigida exclusivamente a incondicionales
de los tiros y los toortazos. Hágase un favor, y no se moleste en verla.