El director, guionista y actor Albert Brooks nos trae una película original y divertida sobre la vida después de la muerte. No es una comedia simple, a las cuales estamos acostumbrados. Posee diálogos muy ingeniosos y chistosos, además de las reflexiones sobre nuestros actos como seres imperfectos. Lo acompaña una siempre genial y graciosa Meryl Streep, que aqui compone a una mujer que murió como consecuencia de un tropezón. Si bien pueden encontrarse algunos defectos, no deja de ser una comedia inteligente y muy graciosa. Mi puntaje para ella es un 7.