Es curioso como cambiamos nuestras preferencias a lo lago de los años. Cuando vi la trilogía original por primera vez, mi favorita era “El retorno del Jedi”: el mayor despliegue de recursos en efectos especiales era evidente. Después pasé a elogiar el “Episodio IV: Una nueva esperanza”, por ser la presentación del Universo Star Wars (hasta ese momento) y por el carisma que desprende mi siempre admirado y poco reconocido por la Academia, Harrison Ford. Estas preferencias siempre chocaban con la legión de fans de “El imperio contraataca”, quienes la consideraban la mejor de la trilogía y, por tanto, la mejor de la saga. Y francamente, no sé si es la mejor, pero creo que tengo claras al menos dos de sus singularidades:

(1) Su guion es diferente al del Episodio IV, donde los rebeldes deben destruir la Estrella de la Muerte, también es diferente al Episodio VI, donde la Alianza rebelde debe destruir la Segunda Estrella de la muerte, y también lo es del Episodio VII, donde la Nueva República debe destruir la Superarma “Star-killer”…. en fin, por mucho inglés que sea, y por mucho que cambiemos el orden… “¡Lucas… te repites como el ajo, amigo!”;
(2) La fotografía de sus exteriores, principalmente de sus desiertos nevados es sublime.

El resto de los puntos ya son comunes a toda la trilogía original, por ejemplo: su banda sonora: ¡la orquesta no para en prácticamente ningún momento de la película! ¡John Williams es definitivamente el maestro!

El diseño de producción, recreando los interiores de las naves, las instalaciones futuristas, es muy meticuloso y sigue viéndose moderno. El vestuario también merece mención aparte: el Universo Star Wars creó cientos de personajes con sus cientos de vestuarios extraordinarios…. Y, por último, cómo no, la originalidad y calidad del sonido y el trabajo prodigioso que realizaron en lo relativo a los efectos especiales.

*Añadido posteriormente: Tras ver Dersu Uzala del maestro Kurosawa (1975), descubro una de las fuentes en las que se basó Lucas para crear alguna de sus escenas (recordemos que ya se basó en otra película del director nipón, "La fortaleza escondida" -1958- para configurar a sus personajes C3P0 y R2D2): cuando Luke contempla en Tatooine una doble puesta de sol en la última noche de su vida como granjero, esto tiene su reflejo en una escena de "Dersu Uzala" cuando el capitán Vladímir Arséniev y el cazador Dersú Uzalá, estando en la taiga siberiana, observan el Sol y la Luna en el cielo a la vez. De la misma forma, cuando Han rescata en Hoth a un Luke semicongelado y lo mete dentro de un tauntaun, una lagarto peludo bípedo, para mantenerlo en calor, esto también recrea una de las escenas del maravilloso largometraje soviético.