A ratos insoportable, y a otros ratos bastante sincera. Por Trece Razones posiblemente no te parezca tan buena si antes has pasado por algo como Life Is Strange, pero todavía dentro de esa muchas veces "sospechosa inspiración", la serie goza de suficientes argumentos propios para que merezca la pena, al menos a su manera. Es también cierto que llegué a esta serie por mera moda, y que cuando eso ocurre no suele irme muy bien. También está el hecho de que no me gustan las series, no hay manera de que me enganchen, y 13 Reasons Why no es precisamente una serie que tenga un ritmo trepidante. En definitiva, estaba lejos de ser el "target" de esta serie, pero acabó gustándome.

Porque lo que realmente consigue es reflejar determinados comportamientos que se acaban traduciendo en reflexiones casi obligatorias sobre una sociedad que no va a ninguna parte. Una sociedad que en la mayoría hace oídos sordos ante determinados hechos y que ha normalizado situaciones que nunca debieron ser normalizadas. El "está en la edad" que tanto hemos oído, pero eso es tema para otro debate.

13 Reasons Why no ofrece nada que no hayamos visto antes, pero consigue que reflexiones más de lo que quizá en un principio esperarías. Incluso sin sentir empatía por el personaje principal en la sombra, uno no puede evitar sentirse incluso culpable por lo que está sucediendo. Puede que no te identifiques con ninguno de los que ves y que los creadores de la serie buscaran eso con demasiado descaro, pero hay suficientes cosas buenas como para que, a su manera, merezca la pena.

Como digo, algo forzada en muchas ocasiones pero lo suficientemente sincera. Cuanto más cerca estés de la generación de los protagonistas más te gustará.