Estamos en presencia de una historia muy inverosímil.
Resulta difícil criticar la serie sin develar algo. Sólo diré que lo que la protagonista hace al principio, y que desemboca en toda la tragedia, es poco creíble, y lo es aún más el impulso que tiene el protagonista. Nadie en su sano juicio actúa como lo hace el protagonista. Una persona con al menos dos gramos de inteligencia recurre a la policía, al menos en un momento inicial. El personaje principal comete un error tras otro, pero son errores que ni un nene de 10 años cometería. El protagonista toma decisiones absurdas, y la excusa es que todo lo hace “por amor”…pero es que todo el rollo ese no se lo cree nadie!
Y el final… ni hablar… parece una tomadura de pelo. No sólo porque siguen las incoherencias, sino por el cierre en sí. Una decepción.