*Puro Álex de la Iglesia

Álex de la Iglesia desembarca en las plataformas digitales con 30 monedas, una producción que narra el poder que las monedas, las cuales referencian a la traición de Judas, tienen en sí mismas. En primer lugar, hay que aplaudir la gran calidad de la ficción, la cual está totalmente enmarcada dentro del sello de identidad del director español. Además, toda esa idiosincrasia que le ha acompañado durante años, le ha servido para mezclar esa oscuridad, fantasía gótica con puro thriller y acción. No se puede negar que, seguramente, se convierta en una de las series del año, por traer una historia llena de misterio y adrenalina. En todo momento deja con ganas de más, produciendo un efecto magnético en los distintos relatos tan rocambolescos que se van descubriendo durante estos ocho episodios. Esta serie es un disfrute máximo para los fans del realizador.

Pero a la par, para aquellos que no siguen tanto su trayectoria, también les sorprenderá por la magnífica propuesta y tener un sello de identidad propio. Por lo cual, los guiones del propio De la Iglesia y Jorge Guerricaechevaría demuestran no decaer en ningún momento, ya que todos juntos forman un compendio estupendo. Asimismo, se aprecia que no haya un solo espacio, sino que se expandan las tramas por distintos sitios, otorgando un dinamismo necesario y que esa composición coral de personajes sea efectiva. Así logra que, aunque haya personas principales, se le de esa parcela de comunidad que enriquece al texto. Únicamente, hay algunos giros de guion que, a pesar de desencadenar en algo maravilloso, no surgen con la misma fluidez que otros. Lo mismo sucede con alguna personalidad de ciertos personajes, que rozan lo irritante, aunque no es lo habitual.

*Talento mediterráneo

El reparto que forma parte de 30 monedas es un gozo exquisito, reuniendo a rostros muy conocidos de la industria española. Para comenzar, es importante subrayar que ha sabido obtener grandes resultados ante la vorágine de actores que van apareciendo en escena. Todos ellos aportan su granito de arena, para dar un trabajo interpretativo más que satisfactorio. Por tanto, a pesar de destacar algunos nombres, realmente el resultado colectivo es espectacular. Ahora, pasando al lado más concreto, el primer nombre en mencionar es, sin duda, Eduard Fernández. Una vez más, el actor demuestra con creces ser un actor de gran calidad. Gracias a toda esa potencia, que equilibra con ese lado más sensible y visceral, se convierte en una de las mejores interpretaciones de la serie. También Manolo Solo llega pisando fuerte, con un papel que no deja indiferente y triunfa al saber transmitir todo ese compendio interior.

Luego, Macarena Gómez está excelente. Se aleja de otros papeles completamente, para demostrar un talento interpretativo increíble. Además, a pesar de lo rocambolesco de la serie, Gómez lo aborda desde una naturalidad diferente, por lo que esa versatilidad viene a través de un trabajo muy bien desarrollado. Por otro lado, Cosimo Fusco es una de las sorpresas de la ficción, con una fuerza arrolladora, aderezada con esa impetuosidad verosímil que exige su personaje. No cae en clichés y llega como un torrente. En todo momento expresa y difunde de forma precisa. Pepón Nieto y Manuel Tallafé están fantásticos, con una cotidianidad y cercanía necesarias, al igual que Javier Bódalo. Sin embargo, algo más flojo se encuentra Miguel Ángel Silvestre, que todavía le cuesta deshacerse de recursos que ya se le han visto anteriormente en televisión. Por último, Megan Montaner cumple con su papel, pero no termina de eclosionar.

*El escenario de la batalla

Segovia se convierte en el principal escenario de 30 monedas, convirtiendo un pequeño pueblo de Castilla y León en un lienzo estrafalario y excéntrico, pero sin perder ese aroma propio de esta zona de España. Mediante esa ambientación de fábula gótica, Álex de la Iglesia fabrica una fotografía acorde a la propia identidad de la serie. De forma análoga, se combina con una creatividad acorde, con unos efectos especiales y unos diseños que retratan a la perfección la simbología que se quiere transmitir. Asimismo, no se queda en un solo lugar, sino que sabe llevarlo mucho más allá, dando esa sensación de magnitud. Gracias a ello, el público se queda enganchado por una calidad excelsa, donde no se ha descuidado ningún aspecto técnico, sino que redondea todo ese universo expresivo e imaginativo. De esta manera, sabe hacer llegar las intenciones artísticas que tiene y las ejecuta perfectamente.

El montaje con cada episodio, va formulando poco a poco el clímax que luego se producirá. Por lo tanto, va cocinando a fuego lento todo ese rompecabezas, que se unifica en los últimos episodios y culmina en un final poético y acorde a lo que se busca. Por otro lado, la música de Roque Baños es, como suele suceder, todo un acierto, encumbrando y envolviendo la imagen de una manera brillante. No es de extrañar que De la Iglesia cuente con él para varias de sus producciones. Cambiando de tercio, a excepción de otras obras del realizador, en esta ocasión, se decanta por un cierre de menos artefactos, lo que permite que no se desborde todo ese buen hacer y ese ritmo tan bien conseguido a lo largo de los episodios y deje una sensación de dar en el punto exacto.

*Conclusión

30 monedas es puro Álex de la Iglesia, que conjuga sus elementos más simbólicos durante su trayectoria, para traer una historia magnética, original y que mantiene pegado al espectador hasta el final. Ha sabido combinar ese mundo de fantasía gótica con una cercanía y cotidianidad, que se extiende a un universo de aventuras estrambóticas que triunfa. Luego, el reparto está magnífico, con un trabajo coral excepcional y que demuestra el buen hacer de todos los actores que participan.

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Escrito por Diego Da Costa