Este reinicio de la historia de Peter Parker se queda algo corto con lo que ya se vio en la trilogía de Sam Raimi, pero un punto a su favor es dar un índice sobre los padres de Peter Parker. Andrew Garfield no es un Spider-Man muy memorable, pero es fascinante, como cuentan la primera parte de su historia. Lo malo es que cuando todo empieza con la muerte del Tío Ben, este conflicto queda después en la nada. Emma Stone es estupenda en su papel como Gwen Stacy. El lagarto tiene un diseño cuestionable respecto a su aspecto facial, mientras el resto es espectacular. En parte, esta película se gana un punto a favor por asemejarse más a la serie animada de los 90, pero la película tiene un guion algo lento. Afortunadamente, los efectos especiales y las escenas de acción son lo más atractivo y la película termina siendo algo entretenida. No logra estar a la altura de la trilogía de Sam Raimi, pero es una película decente. Mi clasificación final para esta película es un 8/10.