Sexo en Nueva York es una serie controvertida para mi entender. Por un lado ha sido proclamada la serie de la mujer y el feminismo. Sin embargo, viendo un capítulo tras otro, te das cuenta de que no hace más que incidir en la necesidad que tienen las mujeres de capturar a un hombre, al que se someten y del que dependen. Resalta los clichés que hacen "tan femeninas" a las mujeres: comprar zapatos carísimos, comprar ropa carísima y tener conversaciones de tíos y sexo, mucho más divertidas e ingeniosas de lo que en la vida real son, me imagino. Pero en fin, muchas féminas se sienten identificadas con ellas, sobretodo con la protagonista, la neurótica y perennemente angustiada Carrie Bradshaw, independiente económica pero no emocionalmente. Así que algo ha de reflejar la realidad de ese mundillo de mujeres que se proclaman independientemente exitosas pero que en verdad desean ante todo supeditarse al hombre que aman y por el que abandonarían su vida. Por ello veo que proclama ante todo las diferencias que, pese a quien le pese, existen entre hombres y mujeres.