Ha sido duro ver esta película, al menos para mí. Valoro mucho que el cine me haga sentir cosas y, cuando mis ojos han estado secos apenas unos momentos, es que evidentemente la película me ha conmovido. Me ha hecho sentir tristeza, dolor, rabia; cosas no muy agradables. Y sin embargo, me alegro de haberla visto, debía verla. Ha sido una especie de catarsis casi necesaria.

El guión está basado en una novela, pero el núcleo del argumento es un incidente que se asemeja a muchos que desgraciadamente pasan en la vida real. Pero la riqueza de la película radica en cómo sienten los personajes, cómo reaccionan, cómo piensan y cómo transmiten todo eso al espectador. No he percibido la película como un ejercicio de propaganda o de querer transmitir una idea en concreto, sino todo lo contrario. Precisamente el elenco de personajes tiene una personalidad tan definida y diversa, que la película muestra y transmite esa diversidad de opiniones, lo que provoca en el espectador una continua necesidad de reflexionar acerca de lo que está viendo. Y aunque cuando un relato te provoca tristeza, dolor y rabia es difícil no caer en el odio, tengo que decir con cierto orgullo que yo lo he conseguido. Aunque tengo que admitir que es todo un reto para el espectador. Y creo que los autores es lo que querían conseguir.

Creo que ver esta película me ha hecho mejor persona.

Una sociedad con mejores personas es una sociedad mejor. Recomiendo ver esta película.