No entraré en el tema de la falta total de consistencia del personaje, con cero credibilidad. Si ya en "Los puentes de Madison" al bueno de Clint le sobraban 20 años, aquí es que le sobran todos para el papel que desempeña.

Pero la cuestión es otra. Eastwood repite y repite el mismo patrón de drama fronterizo, Tanto física como emocionalmente. Todo transcurre entre fronteras. Un montador curioso podría hilvanar un plano
largo entre sus últimas tres películas, ya sea conduciendo una ranchera por el desierto, mostrando perfil en atardeceres, o soltando una arenga a un jovencito. Es más de lo mismo. Aunque nos lo presente bien narrado.

Con todos mis respetos, que son muchos ante este gran maestro, es el abuelito explicando nuevamente la misma batallita. Pero como se trata de tu abuelo, pues eso, la sigues escuchando.