Forrest Gump la podríamos concebir como una película de grandes pretensiones sin abandonar la cercanía con el público y cuyo mensaje grosso modo sería que todo es posible si te lo propones, siempre que tengas cerca y escuches a la gente que de verdad importa e ignores a aquella otra que pudiera darte por el culo.

Mensaje más o menos optimista y realista que nos hace llegar el personaje interpretado por un Tom Hanks en estado de gracia ante el papel más importante de su carrera. Lo cierto es que todo funciona francamente bien. Desde un montaje y unos efectos visuales muy llamativos y comentados en la época, pasando por una notable fotografía, hasta llegar a una banda sonora con varias canciones conocidas y con un tema principal original reconocible con tan solo escuchar las primeras notas.

Con algunas de las frases más famosas del cine y llena de puntazos tragicómicos, Forrest Gump resulta ser un pasatiempo muy completo y de buena calidad para todos los públicos.