Realmente un hallazgo esta película, no porque sea gran cosa, sino porque realmente me sorprendió ver al buen actor francés haciendo este tipo de géneros, que creo no hizo más. El film esta relativamente bien llevado todo en un gélido paisaje agreste de los EEUU donde la ley casi no actúa y los asesinatos de los cazarecompensas están a la orden del día. En medio de esto encontramos a un pistolero que llega a un pueblo y se involucra con una mujer que le mataron al esposo, a partir de allí se sucederán una serie de persecuciones y muertes. Como actor secundario y haciendo siempre de malo de turno encontramos a Klaus Kinski con su habitual malicia y perversión. Si bien no quedara en la historia, se puede ver, aunque sin esperar demasiado y a mi juicio el final es al menos no habitual en este tipo de películas.