Aproximadamente existen unas cien mil millones de galaxias en el Universo. Unas cuentas ¿eh? Pueden estimar si quieren cuantos planetas podrán existir, pero necesitarán una calculadora especial. La posibilidad de que exista vida (en el sentido amplio, no microbiana) fuera de la Tierra es del 99%. El otro 1% sería un capricho de Dios, no habría otra explicación.

Pues bien, de todas las posibles formas y maneras de vida que pueden existir al señor Neill Blomkamp, le da por presentarnos a unos macarras de extraterrestres que comen carne de gato y que tienen problemas mecánicos y de educación.

Volvemos a lo de siempre, utilizar a los fuera para hablar de nosotros, siempre de nosotros. Nuestro antropocentrismo es la prueba más grande de nuestra miseria. Convertimos a Dios en hombre, luego decidimos que nosotros éramos los dioses y ahora también son los marcianos. Todos se comportan como humanos.

Miren, si algo me gustaría es estar presente cuando los de allá logren captar el mensaje que se envió desde aquí. No sé si lo conocen, si no es así búsquenlo, es la mayor chorrada de la historia del homo sapiens. Está claro, que pensarán que somos gilipollas.

En una nueva remesa, mandaría también “Distrito 9”, para que vean como se puede ir de progre y multicultural, mientras se es ultraviolento y chabacano.

En el cine todavía, ¿pero se imaginan viéndola en casa en una televisión de 15 pulgadas?

Parafraseando a Joaquín cuando se refería a la selección española, la ciencia-ficción de hoy es un despelote.