A veces, menos es MAS. A veces, una dama despampanante (o un caballero, si eres lectora) está mucho más despampanante bien vestida que desnuda o medio desnuda. La ropa puede destacar los atractivos y ocultar los defectos. A veces un argumento convincente es mucho más convincente si lo cincelamos en unas pocas frases escuetas y lapidarias que si lo articulamos en un largo discurso. Lo mismo sucede con los efectos especiales en Hollywood, y con la espectacularidad en general.
Si los héroes tienen que enfrentarse a decenas de sicarios hay miedo, y la victoria o meramente la supervivencia de los héroes es una hazaña épica. Pero si los sicarios son millares o decenas de millares (todos a la vez) y los héroes se salvan pese a todo, es una astracanada. Y esa astracanada es Independence Day. El tamaño exagerado de las naves invasoras lo deja muy claro.
Por ejemplo: Deep Impact y Armagedon, dos películas sobre asteroides que se estrellan en la Tierra. Ninguna era demasiado buena, pero en la segunda todo es tan exagerado que da risa: el tamaño del asteroide, (Mil Km de diámetro, como un planetoide pequeño mas que un mero asteoride) o los descabellados planes para destruirlo, y la caricatura de personajes (Y a Liv Tayler la quitan de en medio a mitad de la película) En cambio Deep Impact se centra más en los personajes y es mas modesta y por lo tanto más creíble desde el punto de vista científico, de manera que el espectáculo (naves espaciales, catástrofes) emociona mucho más.
Independence Day hubiera sido una excelente película de haber moderado el Sr. Emerich su tendencia al colosalismo desproporcionado: naves invasoras más pequeñas, menos invulnerables, nada de vir... (ver spoilers) Pero claro, eso hubiera exigido un mejor guion, lo que implica más cerebros, y por lo visto el dinero abunda en Hollywood, pero los cerebros no tanto. Mala cosa que un director de cine (y sus productores) crean que si tienes efectos especiales y catástrofes, no te hace falta una historia coherente ni buenos actores.
Independence Day 2... se acerca!: ¡temblad, mortales!