Memorable película de espionaje, excelente interpretada por un agobiado Robert Redford y un gélido Max von Sydow, donde se pone en cuestión la trama de espionaje de los Estados Unidos y en tela de juicio el poder de persuasión que pueda ejercer sobre otros gobiernos. Ningún detalle queda suelto en esta más que entretenida película, donde si quizá sobre la historia de amor (metida a presión en una historia que no le hacía ninguna falta), queda muy bien hilvanada hasta su último segundo. Aquel en el que el único testigo de esta trama mira hacia el edificio que tiene a su lado, rindiento cuentas, el del New York Times, para (esta vez), hacer justicia con los siete compañeros que han asesinado.Además, el largometraje, es, _terriblemente_, actual.