Gran película de intriga, suspense y aventuras con varios de los temas recurrentes en Hitchcock: el falso culpable, la persecución y hostigamiento al ciudadano medio, y el lado oscuro del personaje aparentemente íntegro y honesto. No falta la rubia de rigor ni tampoco los golpes de humor que atemperan la seriedad del asunto.

El film tiene un ritmo extraordinario en su encadenamiento de muy diferentes escenarios, además de una abundante riqueza de personajes y ambientes, conteniendo momentos memorables como la brillante escena en la sala de cine, el encuentro con los componentes del circo o la famosa y espectacular secuencia en la Estatua de la Libertad.

Magnífica película de obligado visionado que supera con creces al interesante film del mismo título que Hitch rodó previamente en su etapa inglesa con el protagonismo de Sylvia Sidney y Oskar Homolka.