La idea que trasmite el título de la serie es muy sugerente.

La "intro" de los capítulos y el tema musical creo que están muy bien conseguidos y dan una ambientación muy apropiada.

Además, lo del poder que otorgan los símbolos religiosos, las reliquias cristianas y los objetos sagrados, da mucho juego y por ello es recurrente tanto en la literatura como en el cine y la técnica de mezclar acontecimientos históricos con fantasía, misterio y efectos especiales es siempre muy atractiva.

Por lo tanto es imperdonable que con esas premisas y con el presupuesto que HBO ha dejado en manos de Alex de la Iglesia, hayan parido semejante disparate. Me duele la forma de desaprovechar esta idea tan prometedora inicialmente con un guion que parece escrito por un adolescente de 15 años, un montaje que da risa y una dirección impropia de alguien con la experiencia del Sr. de la Iglesia . Cientos de situaciones inconexas, sin sentido, caprichosas y con falta de coherencia. Es como si hubieran prescindido del continuista o "script" También me deja la sensación de que el director no ha sabido cómo manejar tanto recurso. Le ha venido grande el proyecto.

Una reflexión que me ha estado rondando una y otra vez: La "intro", que, como digo, me parece muy trabajada y acorde con el argumento que se pretende desarrollar, con escenas que describo en zona spoiler (para que nadie se escandalice) debería ser el hilo CENTRAL a desarrollar en la historia y sólo se mencionan de pasada en algún capítulo (excepto la dichosa última de las monedas, que de tanto saltar de un lado a otro nunca se sabía quién la tenía).

En resumen, me quedo con mil preguntas sin resolver, y sin esperanza -ni ganas- de que nuevas temporadas me las desvelen.