La tristísima muerte de Almudena Grandes me empujó a ver la única adaptación de sus libros que todavía no había visto, una historia de misterio, sexo y clases que me ha dejado al contrario que los ambientes que refleja, frío. Quizás si la hubiera adaptado una directora se habrían suavizado esos desnudos femeninos tan machirulos, esa sensación clasista de 'qué bien que el señorito se enamore de la criada, qué emocionante' tan de Pretty Woman, tan machista y que tanto se da en cierta literatura femenina. En cuanto a Antonio Dechent con cadenita, pues casi de risas. Para ser macarra de Cádiz, que hay 700.000, no hace falta ir con camiseta de baloncesto, sobre todo si se tienen 50 años.