Por como la historia inicia y por el tema manejado (e incluso por el director), eran de esperarse más elementos intensos, ilustrativos y explícitos, con relación a la época y las prácticas psiquiátricas acostumbradas en ella. En ese aspecto es decepcionante.

Las actuaciones están bastante bien, especialmente la de Fassbender quien transmite bastante; Keira Nnightley interpreta bastante bien sin exagerar; Mortensen tiene muy poco protagonismo aunque su personaje es bastante sólido y delineado de manera muy clara; y es este aspecto de lo más rescatable de la cinta. La dirección es muy buena lo cual no es sorpresa viniendo de David Cronenberg pero por la misma razón creo que era de esperarse un poco más de originalidad tanto en la dirección como en la estética, no así en la trama pues al estar basada en sucesos reales no podía tomarse demasiada libertad.

Lo negativo está en lo poco interesante que la trama se torna después de la mitad, en que tanto el eje de la historia como el enfoque quedan desdibujados y el guión decae bastante en intensidad, con diálogos un poco aburridos a veces demasiado técnicos y escenas sin aporte dramático, tocando por momentos el romanticismo y por momentos simplemente limitándose a relatar en forma casi documental el destino de los protagonistas, lo cual puede ser interesante para quienes estudian historia del psicoanálisis, no así para quienes buscan una película interesante o emocionante, la cual además de su valor documental no aporta nada.