También conocida como "Abbott y Costello en Venus" -ya que al final visitarán este planeta- es la típica comedia de humor tonto anglosajón estadounidense, del que Abbott y Costello eran figuras en los años 40 y 50, basado en torpezas y confusiones, bastante físico - aquí veremos como se dan sopapos para que presuntamente nos riamos- mostrándonos siempre a dos lerdos ignorantes, uno más estúpido que el otro y que será objeto de todas las befas y mofas. Un humor más próximo a los payasos del circo, con sus tartazos en la cara - aquí habrá uno al final- y muy alejado de la fina ironía, los juegos de palabras absurdos y el surrealismo de las situaciones de los Hermanos Marx.

Abbott y Costello provocan el despegue fortuito de un cohete con destino a Marte. Ellos eran simples operarios de mantenimiento, pero, como no, Costello empezará a tocar botones y pasa lo que pasa. Tiene su gracia todo lo del despegue, cómo el decorado de la cabina da vueltas como una hormigonera y Costello choca con todo lo chocable, además de ver al cohete aterrorizar Nueva York mientras sobrevuela sus calles y se introduce incluso por los túneles viarios. Tendremos mucha ración de tonterías, algunas con gracia, como confundir Nueva Orleans y su carnaval con todos disfrazados con Marte, el par de golfos apandadores que se les cuelan e igual de bobos que ellos, siendo el fin de fiesta su viaje a un planeta Venus poblado exclusivamente por mujeres hermosas, la mayoría misses de ese año y todas ligeritas de ropa, dentro de lo permisible. Obviamente, en este último tramo tendremos todo tipo de bromas y chanzas que se consideran machistas, lo que puede provocar la cancelación e incineración de la película por nuestros gobernantes, al estilo de "Fahrenheit 451". Un Venus de fantasía pulp.

Película de humor muy simple, bastante bobo. Un producto de aquellos años, bien rodado y entretenido.