Quizás una de las mejores de la saga de Mr. Moto. Como siempre, un misterio localizado en un lugar exótico, como en este caso Puerto Rico, con selva, pantanos e historias de piratas. Mr. Moto tiene un amplio abanico de sospechosos, secundarios bien definidos, todos con miradas evasivas y motivos factibles, manteniéndose el misterio de la identidad de la persona delincuente hasta prácticamente su resolución definitiva, lo que es de agradecer.

Como contrapunto gracioso, Mr. Moto se ve acompañado, a su pesar, por un forzudo luchador de lucha libre y pocas luces, pero tremendamente eficaz en los garrotazos, algo que Mr. Moto agradece. Peter Lorre sigue bordando su papel, con esa voz apenas insinuada, aunque le sobra el maquillaje de la piel, sabemos que es oriental, pero no mulato.