Average rating
4.3
Ratings
1,441
Reviews
1,441
Lists
2
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
- Social Networks
-
Share his/her profile
Talía666 rating:
3
7.3
33,540
Adventure. Drama
STAND BY ME is the story of four kids on the precipice of early adulthood who embark upon a quest. Theres Gordie (Wil Wheaton), the intelligent, creative one with the obviously bright future. His best buddy, Chris (River Phoenix), hardens his image in order to hide the pain from the physical abuse he endures at home, all the while harboring the hope of escaping that image. Rounding out the foursome are Vern (Jerry OConnell), the pudgy ... [+]
Language of the review:
- es
March 24, 2015
37 of 60 users found this review helpful
Rob Reiner se basa en una novela de Stephen King, “The body”, y elabora en “Cuenta conmigo” una de esas pelis que provocan la nostalgia de muchos espectadores por su niñez. Es el típico film que levanta pasiones en la gente que siente añoranza por aquellos maravillosos años de la adolescencia, los amigos de verdad y todas esas chorradas. Yo he sentido poca nostalgia por varios motivos que paso a enumerar en espoiler para que no me riñan los supertacañones:
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
1. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por jugarnos el pellejo poniéndonos delante de trenes ni de coches ni de camiones ni de ningún otro medio de transporte para hacer la gracieta de saltar en el último momento.
2. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por fugarnos de casa y recorrer un montón de kilómetros para encontrar un cadáver y así hacernos famosos saliendo por la tele.
3. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por decir chorradas tales como: “tú no puedes hacer una formación profesional porque tú llegarás a ser un gran escritor y, quién sabe, alguna vez puede que escribas sobre tus amigos que hicimos la formación profesional”. Jamás tuve la desgracia de juntarme con niños tan repelentes.
4. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por cruzar pisando huevos puentes por los que en cualquier momento podría pasar un tren y atropellarnos.
5. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por robar una pistola y apuntar con ella a una panda de macarras que muy probablemente al día siguiente ya se las arreglarían para darnos una paliza de muerte, que además nos tendríamos muy bien merecida, por gilipollas.
Ignoro hasta qué punto la película es fiel a la novela original del gran Stephen King pero entre las cosas que he leído del escritor jamás he encontrado nada tan ñoño, dulzón y estereotipado como esto. Por eso sospecho que “The body” tenía que tener mucho más de suspense y mucho menos de cutre canto a la amistad que “Cuenta conmigo”.
La escena final en la que el escritor que está recordando “aquellos maravillosos años” escribe que nunca en su vida encontró amigos como aquellos de los 12 años me parece patética a más no poder. Ese ridículo mito de que los mejores amigos son los de la infancia no se sostiene con el más mínimo análisis en la edad adulta. De niño tienes los amigos que te tocan, por cercanía, por vecindad, porque se sientan en el pupitre de al lado, etc., y ninguno de ellos tiene una personalidad formada. De mayor cada cual evoluciona de una manera y es muy posible que la mayoría de esos niños de adultos no tengan nada que ver ni en gustos ni en forma de entender la vida ni en nada. No hay más que ver todos esos frikis que se juntan ahora por el facebook y organizan reuniones de antiguos alumnos para descubrir quién se ha puesto más gordo o cuál está más calvo. Señores, los mejores amigos se hacen cuando se tiene criterio para discernir y esa amistad se basa en algo más profundo que el vivir en la casa de al lado.
Ah, y por mucho mito que se haya creado también en torno a la figura del difunto River Phoenix por aquello de su muerte precoz y demás circunstancias ajenas a su oficio, en esta película hace un trabajo horripilante. Las sesudas conversaciones con su amiguete escritor las suelta como si se las estuvieran dictando por un pinganillo. Es uno de los niños actores más repelentes con los que me he encontrado jamás. Hala, ya pueden arrearme estopa los fanáticos de “Stand by me”. (Por cierto, la canción es, con mucho, lo mejor).
2. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por fugarnos de casa y recorrer un montón de kilómetros para encontrar un cadáver y así hacernos famosos saliendo por la tele.
3. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por decir chorradas tales como: “tú no puedes hacer una formación profesional porque tú llegarás a ser un gran escritor y, quién sabe, alguna vez puede que escribas sobre tus amigos que hicimos la formación profesional”. Jamás tuve la desgracia de juntarme con niños tan repelentes.
4. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por cruzar pisando huevos puentes por los que en cualquier momento podría pasar un tren y atropellarnos.
5. Ni a mí ni a ninguno de mis amigos de la infancia nos dio jamás por robar una pistola y apuntar con ella a una panda de macarras que muy probablemente al día siguiente ya se las arreglarían para darnos una paliza de muerte, que además nos tendríamos muy bien merecida, por gilipollas.
Ignoro hasta qué punto la película es fiel a la novela original del gran Stephen King pero entre las cosas que he leído del escritor jamás he encontrado nada tan ñoño, dulzón y estereotipado como esto. Por eso sospecho que “The body” tenía que tener mucho más de suspense y mucho menos de cutre canto a la amistad que “Cuenta conmigo”.
La escena final en la que el escritor que está recordando “aquellos maravillosos años” escribe que nunca en su vida encontró amigos como aquellos de los 12 años me parece patética a más no poder. Ese ridículo mito de que los mejores amigos son los de la infancia no se sostiene con el más mínimo análisis en la edad adulta. De niño tienes los amigos que te tocan, por cercanía, por vecindad, porque se sientan en el pupitre de al lado, etc., y ninguno de ellos tiene una personalidad formada. De mayor cada cual evoluciona de una manera y es muy posible que la mayoría de esos niños de adultos no tengan nada que ver ni en gustos ni en forma de entender la vida ni en nada. No hay más que ver todos esos frikis que se juntan ahora por el facebook y organizan reuniones de antiguos alumnos para descubrir quién se ha puesto más gordo o cuál está más calvo. Señores, los mejores amigos se hacen cuando se tiene criterio para discernir y esa amistad se basa en algo más profundo que el vivir en la casa de al lado.
Ah, y por mucho mito que se haya creado también en torno a la figura del difunto River Phoenix por aquello de su muerte precoz y demás circunstancias ajenas a su oficio, en esta película hace un trabajo horripilante. Las sesudas conversaciones con su amiguete escritor las suelta como si se las estuvieran dictando por un pinganillo. Es uno de los niños actores más repelentes con los que me he encontrado jamás. Hala, ya pueden arrearme estopa los fanáticos de “Stand by me”. (Por cierto, la canción es, con mucho, lo mejor).