Pensé que los Padrinos Mágicos iba quedar para la historia con sus mas de 10 temporadas, películas live action que decayó con el pasar de tiempo, y personajes tanto principales como secundarios que el creador Butch Hartman quitaba, mantenía y ponía. Si empezó a finales de 1998 hasta mediados de 2017 se suponía que era suficiente aguantarnos a Timmy Turner junto con sus padres, los padrinos Cosmo y Wanda junto con su hijo Poof, entre otros; para lidiar con sus locas aventuras y ni hablar de su desgaste que terminaba con un final tonto.
Pero al que quiere o no quiere caldo, se le dan dos tazas, esta vez, con el regreso de esta serie -pero de carne y hueso- que fue una huesera descomunal con un elenco mal seleccionado, guiones pobres e historias rebuscadas que no supieron ahilarla terminando peor que la animada.
No hubo magia, ni gracia alguna, sólo improvisación. Se esfumó, se fue al carajo, no sirvió.
Mejor que los padrinos mágicos vuelvan al mundo mágico para reforzar todo sin queja alguna. Por eso cría fama y échate a dormir.