Es interesante comprobar como los actores quieren probar fortuna en la dirección, una vez que ya han aprendido los fundamentos básicos de la interpretación. Fíjense sino en Clint Eastwood, que tras los innumerables consejos y lecciones que le dieron Sergio Leone y Don Siegel, ambos amigos suyo y que le animaron a probar suerte en este mundo, llegó a cosechar dos Oscar al mejor director, no ganando en su vida ninguno por sus actuaciones.
Pues bien. A esta moda, se sumaron últimamente muchos actores. Robert de Niro( "Una historia del Bronx" y una en estado de post-producción de cuyo título no me acuerdo) Al Pacion("Looking for Richard") Nicolas Cage("Sonny"), George Clooney("Confesiones de una mente peligrosa"; "Buenas noches y buena suerte") y otros muchos. Pues bien. Ahora le toca el turno( el ahora es un decir, porque la peli es del 97) a Kevin Spacey que reuniendo a un excelente quinteto de actores,de la talla de Matt Dillon, Gary Sinise o el siempre excelente Joe Mantegna logra crear un estupendo thriller, al puro estilo "Reservoir dogs". No son pocos los elementos que este film tiene en común con la obra maestra de Tarantino, pero a diferencia de éste, "La trampa del caimán" va perdiendo fuelle a medida que avanza la proyección llegando a un insulso y descabellado final, donde parece que el guionista optó por la forma más fácil, el final más torpe, sin pensar dos veces, tal vez, por falta de ideas creativas.
Pues bien. La peli se queda en eso. En un buen film, pocos donde los hayan y que confirma a Kevin Spacey como buen director, no tanto como de actor, donde ya lleva dos Oscar, lo contrario de Eastwood. ¡Vaya moraleja!