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Spain Spain · Barcelona
Harry Lime rating:
10
Film noir. Mystery An unseen man sets the timer on an explosive device. The clock starts ticking down as soon as he stashes it in the boot of a fancy-looking car. Immediately afterwards, a well-heeled businessman motors off with his cheap-looking girlfriend. Through the tawdry streets they roll, until they pass by Mexican lawman Ramon "Mike" Vargas (Charlton Heston) and his new wife Susan (Janet Leigh). As the newly-weds cross over the border, into the ... [+]
Language of the review:
  • es
April 26, 2006
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En 1958 Orson Welles retornaba a Hollywood, tras un exilio de 10 años, para certificar el principio del fin del sistema de estudios y rodar el testamento fílmico de un genero emblemático como el cine negro que moría en la cumbre con esta joya absoluta e intemporal del cine que es “Sed de mal”.
Contratado como actor, la insistencia de Heston, que solo acepto protagonizar el film si lo dirigía Welles, le permitió transformar lo que probablemente hubiera sido un mediocre thriller en uno de los films más fascinantes, contundentes y poderosos de la historia del cine. Un Welles deslumbrante y omnipresente en su papel del corrupto policía Hank Quinlan, un hombre marcado por el pasado, domina el film desde las paginas del portentoso guión -del mismo Welles- tanto delante como detrás de la cámara. Desde la magistral grúa que abre el film con ese maravilloso plano-secuencia de casi cuatro minutos de duración -de obligado estudio en las escuelas de cine- hasta el violento, estremecedor y trágico final, de una fuerza visual y un lirismo anonadantes, asistimos a una profunda reflexión sobre la ambigüedad de la conducta del ser humano, la honradez y la corrupción y el dilema moral entre respetar la ley o hacer justicia a cualquier precio.
Film perverso y trasgresor, de una puesta en escena y un barroquismo visual subyugantes "Sed de mal" es un arriesgado ejercicio de estilo sustentado en planos-secuencia con angulaciónes y travellings imposibles, con picados y contrapicados de una eficacia aplastante en su función narrativa, potenciados por las luces y las sombras de la fotografía en blanco y negro de Russell Metty y el desasosegante score de Henry Mancini. La sobrecogedora y escalofriante interpretación de Welles encuentra en la de Heston, en un atípico rol de policía mejicano, el adecuado contrapunto. A destacar la corta, pero estelar, intervención de una fascinante y bellísima Marlene Dietrich como la gitana Tanya, la voz de la consciencia de Quinlan, con algunas de las frases más memorables del film. Una de las mejores películas de todos los tiempos, “Sed de mal” es el brillante de la corona de la filmografía de un genio, que fue siempre un rebelde con causa y a quien los mezquinos y mediocres capitostes de Hollywood jamás perdonaron su osadía y su talento.
Obra maestra absoluta del cine para ver una y mil veces, en obligada VOS.


Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona 27 de abril de 2006
Harry Lime
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