Así es. Parafraseando a Makoto en la sublime Ghost in the Shell, es irónico que haya que recurrir a Internet para disfrutar de grandes obras que, de otra forma, nunca llegaríamos a conocer. Ni ediciones en DVD, ni ningún canal se atreve a emitirlas... en fin. No quiero convertir esta crítica en una de tantas donde se menciona esto, de hecho seré bastante claro con Elfen Lied, una de las mejores series de animación japonesas de la temporada. Corta, pero intensa. Con sólo 14 capítulos (13 y un OVA), esta sublime historia de venganzas, amor y mucha, muchísima violencia, atrapa desde su extremadamente preciosista Opening -con unos coros impresionantes-, y continúa en línea ascendente capítulo a capítulo, hasta llegar a una conclusión a la que únicamente puede reprochársele una cosa: deja con ganas de más, y en teoría no habrá segunda temporada.

La historia nos narra como una preciosa mujer -desnuda- escapa de un complejo científico acabando con decenas de hombres a su paso. Sus cuerpos explotan al menor contacto con ella, y es capaz de frenar las balas, resultando imbatible. Tras una masacre sin igual, un fortuito disparo en la cabeza la tira río abajo, apareciendo en una ciudad costera. Pero ya no es aquella asesina, sino una joven, desprotegida, sin memoria ni posibilidad de hablar. Allí se encuentra con dos universitarios, Kouta y Yuka, quienes deciden llevársela a su casa hasta decidir qué hacer con ella... Pero claro, esta chica -apodada Nyuu, por ser la única palabra que sabe decir-, no es normal. Unos cuernos emergen de su cabeza, y cuando se da un golpe... se convierte en una cruel y sanguinaria asesina: Lucy.

Este es el punto de partida que se narra durante los 20 minutos que dura el primer capítulo de la serie, una de las mejores aperturas que he visto nunca en un medio similar, cargada de emoción, frenetismo y buenas ideas, y todo sigue así a lo largo de la historia: Nuevos personajes, todos con pasados muy macabros y duros (asesinatos, pederastía, etc.); como han dicho los usuarios anteriores, Elfen Lied es violenta, mucho, y gore, también en cantidades industriales. Pero no es sólo un festival sangriento, sino que tiene un guión cojonudo detrás y una carga social muy fuerte. Salvo la animación, que no está a la vanguardia tecnológica -pese a ser muy decente-, todo lo demás en Elfen Lied es estilo, calidad y buenas ideas fantásticamente aplicadas. Obligada, pero obligada de verdad. Lástima que se devore tan rápido.