Me dispongo a ir al cine a ver Tomorrowland sin esperar gran cosa que entretenerme un rato, y la verdad que eso lo cumplió con creces.
Es verdad que no tenía altas expectativas, sinceramente prefiero no esperarme nada de una película y que me sorprenda a esperar un peliculón y sentirme defraudado.
El film arranca de manera tan rápida y atrayente que sin darte cuenta ya ha pasado media hora del film.
Evidentemente el ritmo de interés es difícil mantenerlo siempre constante, pero tampoco decae tanto que llegue a aburrir ni mucho menos.
El pin, ese pin que es de lo más significativo de la película, no es un pin cualquiera (no es un pin de Snoopy), es un pin especial que solo se da a los soñadores (y no me refiero a que se echan una siesta y le colocan el pin).
Durante gran parte del metraje te preguntarás ¿qué es Tomorrowland?, esa intriga ayuda a mantenerse atento.
El cuarteto protagonista cumple de sobra: la joven protagonista Britt Roberstson, para mí la que mejor actuación tiene, me recuerda mucho a la actriz Jennifer Lawrence. George Clooney correcto sin más, la niña Raffey Cassidy bastante bien, tiene pinta de que será una buena actriz en el futuro y en cuanto al famoso Dr. House (Hugh Laurie), pues no brilla pero tampoco lo hace mal.
La pena que a medida que avanza el film, va perdiendo calidad, al final te deja la sensación de que podía estar mejor hecha, que podían haber aprovechado mucho más el mundo de Tomorrowland.
Hay buenos momentos de tensión y también momentos tiernos...bueno, al fin y al cabo sabes que estás viendo una película Disney y por eso sabes que verás momentos dulces y acaramelados (tranquilos...no sale Mickey Mouse con el pin de Tomorrowland).
Deja a la reflexión lo mal que está el mundo en el que vivimos, y que para cambiarlo hacen falta soñadores. Típica bonita moraleja, pero aquí no se hace pesada.
En definitiva...no es un peliculón, pero no es mala, interesante de ver, pero entretenida, eso sí.
Nota: 6,5

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