Lo del teléfono móvil es un mal que hemos creado en el siglo XXI. Es la manera más estúpida de tirar tu tiempo a la basura y no valorar a la persona que tienes delante y que quizá hace mucho tiempo que no ves. Eso fue lo que me llamó la atención cuando una persona conocida me dijo que acudió al cine a visionarla y que le resultó entretenida. Lo mismo me ocurrió a mí, entretenida, pero con un final “De la Iglesia” totalmente dispensable, que hace que la película, y la historia en sí, pierdan fuelle de una manera escandalosa. Le pasa al bueno de Alex, que sus películas son una pasada pero se pasa de azúcar (irónico), es decir, de sangre.

Los líos de faldas entre matrimonios amigos son una constante en la literatura desde que esta existe como tal, y todo es porque es muy real, nada fingido, de ahí el acierto de los guionistas italianos.

Visto que lo mejor es el guión y los diálogos, que ya vienen del original, y lo añadido por Alex es para mí lo peor… tendría que haber visto el original, no este remake. En otra ocasión, trataré de hilar más fino.