Desde luego una de esas películas que no dejan indiferentes, que o llaman la atención o parecen una tomadura de pelo.

Lo que viene a ser un filme de Terry Gilliam en su quinta esencia.

Y hay bastantes fallos, no todos los personajes son acertados (por ejemplo el de Óscar Jaenada), algunas cosas están completamente forzadas y el filme tiene un ambiente de tomadura de pelo, que a uno le deja perplejo.

Pero coño...me he entretenido. Me ha resultado un viaje delirante y entretenido. Jonathan Pryce está estupendo y Adam Driver (del que no soy tremendo fan) está correcto.

No hay mucha aventura y se tarda un rato en pillar el ritmo (las primeras secuencias de la película que están rodando, son algo fallidas) pero una vez Pryce aparece todo mejora.

Las localizaciones y los aspectos técnicos son sobresalientes y el resto de actores (hispanos y americanos) están acertados.

Pero desde luego es rara. Es un homenaje a Don Quijote pero a la par quiere contar la misma historia. Y si bien es cierto que el personaje del zapatero cuadra, el del director de cine al que vemos como un estereotipo de desinterés al principio, no da tanto el pego como Sancho Panza.

Aún así, es interesante de ver, aunque desconozco si este proyecto hecho en otro momento (cuando Gilliam lo intentó la primera vez) hubiese salido más redondo.

Y es que como proyecto fallido (mi memoria con esto se centra en esa diarreica La Isla del Dr Moreau) tiene suficientes alicientes para no parecerlo o para dar la sensación de que en su mayoría las ideas originales han salido adelante.

Al fin y al cabo es Gilliam.

Lo último que diré eso sí es que los momentos cómicos de la cinta no lo son tanto. Prefiero las partes que se centran en el novelón de Cervantes que los intentos cómicos de Terry. Ahí se pierde.

Y es larga (la parte final se hace un poco cuesta arriba) pero aún así no me provocó estupor.