Me aventuro a hacer esta crítica porque "Marihuana. El sótano maldito" no es una película más, no. No es lo que piensas que vas a ver cuando la alquilas: "bueno, voy a ver una chorradita al estilo American Pie que me haga reír un rato y no pensar...", no. "Marihuana. El sótano maldito", sí, repito una y otra vez el título de esta película para que no se os olvide, "MA-RI-HUA-NA-EL-SO-TA-NO-MAL-DI-TO" no tiene rival, es una película única.

Su dirección, guión, actores, trama, final, la idea que persigue, el mensaje que quiere transmitir y todo lo que esté relacionado con ella son tan dignos de representar tan fielmente hasta donde puede llegar el horror, el mal gusto y la sin razón de la creación humana, que aunque nos lo propusiéramos sería imposible hacer una película tan mala como esta. La peor, por qué no admitirlo, película de la historia. Y, es que hay algo peor que una película horrible; y es una película horrible con pretensiones y aspiraciones. Cuando un director hace una película mala sin aspirar a contarte nada ni lanzarte un mensaje, puedes sobrellevarla. Pero cuando el mensaje, carente de sentido y de la menor lógica común, parece haber salido de un (ojo! que no conozco al director) niño de papá de clase alta psudoalternativo, un grunge de manual con alguien muy cercano que le haya apadrinado la película (si no, no se entiende su creación) al llegar el final tienes tal ataque de nervios por la tortura a la que te han sometido que agradecerías encontrarte a su creador para cobrarte tu justa venganza.

No voy a seguir describiendo qué me pareció este film del desvarío humano, sólo para acabar diré que es tan súmamente mala que me la compraría para tenerla como un objeto fetiche en mi filmografía como la peor película que nadie pueda llegar a hacer.