No se puede ser más descarado copiando a Evil Dead: Meter la motosierra, la amputación de la mano poseída/infectada de la protagonista, el toque de armadura medieval en plan caballero atemporal, el humor macabro (aunque sin pizca de gracia). Sólo faltó un primer plano de la Dolera descojonándose de risa tras cortarse la mano.

La entrada de los primeros zombies saltando como monos al interior del recinto parecía el abordaje de los niños perdidos al barco pirata en Hook. Muy artificioso, sin duda.

Koldo está más perdido en esa fiesta que un hijo puta el día del padre. Colega, hay zombies a tu alrededor. Espabila, muévete, deja de andar como un moñas y mirar pantallitas con cara de enamorado preocupado. ¿'Pa qué dejas la maza tirada?¿Y el escudo? ¿Pero a qué andas, gilipollas? Macho, el panchito acaba de desaparecer en tu cara, ¿y te vas andando tan tranquilo? O tienes los huevos cuadrados o estás ciego (¿De amor? qué bonito)

Los zombies puestísimos, cual concierto de tecno dance, escuchando al cura.

"¡Me cago en mi abuelo sordo y su puto sonotone!" Esta frase es lo único bueno de la película.

Mención aparte para la pedazo salida abierta cubierta con dos plásticos blancos, incólumes, por la que se cuela Koldo con su churri infectada. Todo tan blanquito, y tan abierto, para que los zombies pudieran escapar fácilmente del recinto. No vaya a ser que dos puertas cerradas a cal y canto recuerden a la primera Rec. Bien pensado, Paco.

Y ya el súmmum final, apoteosis del amor. Clara infectadísima, con un muñon cerca de su cara, los ojos rojos cual yonki resacoso etílico que ha olvidado echarse vispring; vomitando sangre, con efluvios repulsivos alrededor de su boca... y después de los floji-besos del principio de la película, viscosos y sin amor, va Koldo y le mete un morreo pasional. ¡Y con lengua!

¡Allá va la lengua!

Y al final va y le agarra la mano. El amor siempre triunfa. Gracias, Paco Plaza.