Pensé que quizá pudiera estar divertida, la verdad, pero me equivoqué en rotundo, porque esta nueva película de Ryan Reynolds tan solo despierta un par de carcajadas, el resto del tiempo o bien te estás muriendo de asco o asombrándote por el guión ¿inexistente? del film.
En cuanto a las interpretaciones, Ryan Reynolds y Jason Bateman están correctos en sus respectivos papeles, Leslie Mann puede tener un pase, pero Olivia Wilde... está claro que todas las que van de guapas oficiales de Hollywood no tienen ni idea de actuar, por no hablar de que ya nos sabemos su cuerpo de memoria.
Un film fallido, con una premisa escacharrante y un desarrollo aún peor. Eso por no hablar de lo previsible del final, claro está.
Veánla tan solo para pasar el rato y reírse de ella, no vale para más.

Mi nota: 3.2