Ayer quedé totalmente decepcionado con esta película que ayer, en el festival de cine de terror de San Sebastián, fui a ver con total ilusión.

No me amedrento con las películas de terror, y mucho menos con las escenas sangrientas y gores o de moral y ética cuestionables. Es más, disfruto con ellas.

Pues ayer tuve que hacer grandes esfuerzos por no dormirme, menudo sopor, 155 minutos de lo que me imagino que el director pensaba que estaba siendo una obra maestra. Y cuando una película me aburre o estoy mirando continuamente en el reloj cuanto tiempo le queda para terminar, eso es un absoluto fracaso para mi, suspenso sin dilaciones.

Qué bien que exista gente a la que le haya gustado la película, me alegra saber que no todas tiramos 155 minutos de nuestra vida por el retrete. De todas maneras, el tiempo la pondrá en su lugar, veremos si en 5 años la gente habla de ella o si en cambio quedará relegada al olvido para siempre.