Todos hemos jugado al comecocos, y buscan jugar con la nostalgia para hacer caja en el cine con una cinta que juega con la idea de una invasión de alienígenas similares a los del videojuego.
el problema es que las personas que jugamos a los videojuegos ochenteros ya pasamos de la treintena y la película es demasiado infantil para nosotros, y el público adolescente no entenderá la película porque no conoce el videojuego.
Así la película falla desde su concepción al no saber a qué público iba dirigida.
Tiene algunos gangs graciosos, pero son más los fallidos que los que consiguen arrancarte la sonrisa.
La comedia romántica forzada e innecesaria, los efectos digitales bastante pobres, las interpretaciones, idem. Adam Sandler, a su edad, ya no resulta gracioso con sus payasadas, sino patético. Hasta Dinklage deambula por la cinta sin pena ni gloria.

Conclusión: no vale ni para una aburrida tarde de sábado.