Y qué voy a decir que no se haya dicho ya de esta chica ya. Zooey Deschanel, cantante, actriz y una de las cosas más monas sobre la faz de la tierra, nos protagoniza una serie centrada en su mayor parte en su evidente encanto. Esto podría convertirla en algo previsible y carente de gracia, un mero pase de cursilerías sin razón y humor blando, como suele ser habitual en series de este calibre. No obstante, mis expectativas se han cumplido.

A pesar de que la trayectoria de dicha actriz y cantante parte de una base imperantemente independiente, esta vez se ha dejado seducir por el aire más comercial (y no por ello malo) de las series norteamericanas sobre jóvenes de ciudad de clase media/ alta. Indudablemente, los primeros ejemplos que nos vendrán a la mente son How I met your mother o The Big Bang Theory, ambas en la cúspide de este género. Sin embargo, habiendo visto el piloto de esta nueva serie, me atrevo a decir que si mantiene el encanto, podrá convertirse si no en un símil de éstas, sí en una agradable alternativa. A continuación expondré mis razones.

Deschanel, como suele ser habitual, hace gala de su excentricidad entrañable en su modo de actuar y, además, ¡incluso canta la intro de la serie! Todo un detalle sin duda. La personalidad de su personaje, Jess, nos resultará adorable pero a la vez irremediablemente divertida. No obstante, me gustaría destacar a todos sus compañeros de reparto, pues hacen una gran labor. El personaje de Damon Wayans Jr. posee algunos momentos realmente hilarantes (imprescindible verla en versión original). Las situaciones que se nos han presentado en estos primeros veinte minutos han sido bastante tópicas, no lo pondré en duda. Pero cuando se tiene en mano a un buen puñado de actores, unos diálogos entretenidos y graciosos y, para colmo, un final lleno de nostalgia, uno no puede resistirse.

Estaré atentos a los próximos episodios. Espero que vosotros también.