Buena película que tarda un poco en arrancar y que finalmente abusa de la violencia.
No me ha gustado nada los modos de la cámara que me figuro que buscan los ángulos subjetivos del personaje para dar fuerza a la narración de los hechos. Raya en lo que sería la grabación de móvil sin estabilizador de cámara. El resto me parece correcto.

Importante la interpretación del pardillo "Dani" por Mario Casas pero tampoco es para tirar cohetes.
El peso de la disciplina de "expresión corporal" en la interpretación de los actores y en el relato de la obra es fundamental y el físico del protagonista no acompaña porque no transmite vulnerabilidad.
En otros países los actores son conocedores de que un error en ese sentido resta credibilidad y por eso se sacrifican un poco

Quien si que da el pego en ese sentido es la actriz protagonista, Milena Smit, que da vida a un personaje, Mila, que los misóginos acérrimos (y otros que no lo son) no dudarían en calificar como "loca del coño".

El protagonista Dani, después del fallecimiento de su padre, con déficit funcional absoluta, postración, presenta un síndrome del cuidador encubierto bajo la apariencia de un carácter exageradamente simplón.
Tanto es así que invita a considerar al personaje como inteligencia límite y algo esperpéntico.

Dani presenta disminución o abandono de las aficiones, manifiesto desinterés por vivir nuevas experiencias, su aislamiento social y el alto nivel de estrés y ansiedad frente a los estímulos cuando se le somete a una prueba de esfuerzo
Sin dedicar tiempo a ocio ni intereses ni socializar con amigos más que para dejarse utilizar para el benficio de otros, inexperiencia en gestionar o controlar sus emociones y un aspecto físico que delata la ausencia de una actividad física regular y saludable su encuentro "accidental" con Mila conforma el escenario ideal para que se desate la tormenta perfecta.