La película tiene la habitual buena factura de las grandes producciones USA, los actores son excelentes, y pretende ser una tierna historia de amor entre la bella discapacitada y la bestia acuática, con algo de sexo y violencia al gusto actual, junto con retazos de humor y alegorías para gente inteligente, y una crítica a la sociedad de la época en la que no falta de nada: la homofobia, el racismo, el abuso, el militar prepotente y no sé si me dejo algo.

El problema es que los ingredientes no están demasiado bien ligados en el guiso, que el amor es demasiado repentino y confiado desde el principio, como si Cupido disparara con escopeta, y que el relato avanza a trompicones, con arbitrariedades y personajes que se toman la existencia del mostruo y de otras muchas cosas, con demasiada naturalidad. Además, la crítica y el humor es mucho más tópico y falto de sutileza de lo que pretende. Hay sí, un surtido de buenas escenas, gracias sobre todo a la calidad y personalidad de Sally Hawkins y Michael Shannon, pero el resultado es que la trama principal no tiene la fuerza y emoción necesaria y necesita apoyarse en el espectáculo visual, en el carisma de la protagonista y en una acción un poco tontorrona.

Yo no conseguí meterme en la historia y estuve a punto de aburrirme en algún momento. Pasé el rato sin más. Si no estuviera nominada para los oscar le podría poner un 6 pero nada más.