Teclear ‘Resident Evil’ en cualquier buscador de una página de cine se ha convertido en un pequeño martirio para aquellos que seguíamos y seguimos las andanzas de todos los míticos personajes que componen la franquicia de Capcom. Tenemos a la desconocida “Resident Evil 4D: Executer” y la saga iniciada por Paul W.S. Anderson y Milla Jovovich. La mejor, en mi opinión, la primera parte por ser una especie de inteligente reboot y parte cero de los videojuegos que enlaza directamente con “Resident Evil 2”, el videojuego. Pero todo parecía perdido a nivel cinematográfico por lo que un filme de animación como “Resident Evil: Degeneración” se antojaba esperadísimo y necesario. Capcom prometía realizar la película definitiva de Resident Evil. Yo, al contrario que una gran mayoría, la entrega que más me sigue gustando es la que cuenta con actores reales en su primer intento.

Guiño romeriano a la injustamente vilipendiada “El diario de los muertos de George A. Romero” en cuanto al cámara con la reportera que sale por patas y deja en bolas a su jefa. Tiene momentos espectaculares como el avión empotrándose en el aeropuerto y las secuencias con el bicho homenaje en “Resident Evil 2” (videojuego). También cuenta con enlaces a momentos de los videojuegos pero el conjunto resulta desigual: diálogos flojos, personajes secundarios flojos y una sensación constante de que todo funcionaria mejor como videojuego online ya que como cinta en conjunto resulta… floja.
Las aventuras de Claire y Leon daban para más en una ajustada trama multinacional y política con conspiraciones globales en tiempos de virus no digitalizados mayores.