¿Sabían que dentro de los estrenos para esta nueva temporada hay porras de seriéfilos para determinar cuál será la serie que cancelen primero? “Animal Practice” es una de las favoritas para ser puesta y dispuesta a dormir… para siempre. Y lo es por una sencilla razón: por muy excéntrica y novedosa que quiere ser tanto en su escenario como personajes, provoca pocas carcajadas en el telespectador… De acuerdo, nos encontramos ante una parodia de las series de hospitales en formato sitcom con un gran hospital veterinario… con mucho ‘animal’ suelto. El problema es que la serie que monopolizan Justin Kirk y Joanna García Swisher (Tyler Labine y Bobby Lee no meten tanto la zarpa como necesitaría el piloto) tiene menos humor que los dramas de hospitales. Recuerdo, por poner un ejemplo contundente, que el piloto de “Anatomía de Grey” era mucho más divertido que el de “Animal Practice”… y eso que esta última serie es una sitcom.

Ah, habemus freaks y tenemos mono… pero el espectador tiene también mono de series decentes en una cadena como la NBC, que preocupa bastante. Necesitada de audiencia desesperadamente han iniciado en esta campaña una correcta reestructuración. “30 Rock” y “The Office” se despiden con sus sendas últimas temporadas y “Community” y “Parks and Recreation” se tambalean con altibajos recurrentes en sus audiencias. Todas tienen algo en común: enloquecen a la crítica y tienen un público fijo cada semana… El problema es que después de los fiascos y decepciones en TODOS los pilotos vistos hasta el momento de ‘la cadena del pavo real’ (“Revolution” -también incluida como sitcom involuntaria-, “Go on”, “The new normal”, “Animal practice” y “Guys with kids”)… miedo da pensar el panorama para el año que viene si liquidaran los shows de Joel McHale y Amy Poehles…

Jugar con el humor absurdo y el ridículo es uno de los puntos fuertes de “Animal Practice”… pero es que no hace mucha gracia y parece que el único actor cómico inspirado es el mono… No estamos ante una versión animal de “Scrubs” y su premisa, aparte de poco original es bastante risible y previsible. Está claro que los personajes principales van a generar tanto tensión sexual por su pasada relación como complementación en sus roles: uno no sabe tratar a las personas y la otra lidiar con los ‘animales’ que corretean por su hospital. El resto de secundarios realmente excéntricos… pasaban (y frikiaban por allí). No importa el realismo sino la distorsión… pero el principal, imperdonable y mortal problema de esta sitcom es que el guión de su piloto no parece escrito por un ser humano… sino por un animal golpeando un teclado de ordenador.