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United States United States · Raccoon City
Maldito Bastardo rating:
7
Animation. Fantasy. Drama. Kids Sho moves into his great aunt's house and soon discovers the presence of tiny people, the Borrowers, living there. A 14-year-old Borrower named Arrietty strives to prove herself by helping her father gather materials that her family needs from Sho's new home. However, Arrietty and Sho meet, breaking the rule that humans must not know about the Borrowers' existence. As Sho and Arrietty's relationship develops, human interference ... [+]
Language of the review:
  • es
September 30, 2011
12 of 13 users found this review helpful
La aventura de vivir y erigir la fantasía como cuento y el cuento como fantasía parecen lemas básicos de Ghibli, el más reputado estudio en el ámbito de la animación por encima de cuentos que se publiquen. Hacer joyas desde los aparentes objetos más pequeños alcanza en “Arrietty y el mundo de los diminutos” la escenificación perfecta. Quiere recrear ‘Los incursores’ de Mary Norton pero parece el material original ha sido tan absorbido por las imágenes y la esencia del emblemático estudio que parece el embrión de una nueva historia.

La supervivencia como herencia genética parece la moraleja de un mundo donde los sellos se convierten en cuadros, las figuritas de ajedrez en estatuas decorativas y las casas de muñecas en palacios. A veces es mejor no buscar problemas pero el universo de los cuentos no empieza por los finales felices. “Arrietty y el mundo de los diminutos” es una película que habla sobre la extinción de las cosas y la supervivencia de las especies. Un niño enfermo de corazón que va a ser operado a vida o muerte y una ‘diminuta’ (prestadora, que no prestamista, para los amigos) que tiene que perpetuar su especie se dan cuenta que las distancias entre ambos no están en absoluto tan distantes. Esa superveniencia por las ganas de vivir y el riesgo por seguir en este mundo antes del último aliento se muestran perfectamente en la relación que viven ese humano y la pequeña prestadora. De nuevo, el amor imposible. De nuevo, el momento de crecer y madurar. Y si en “Mi vecino Totoro” planeaba sobre la inocencia del cuento una afilada guadaña aquí el mundo, por distinto que parezca, donde habitan ambos puede ser roto en cualquier momento.

Y tal vez el propio discurso de la cinta quede instaurado en el estudio de animación. Es momento de que los más pequeños empiecen a hacerse responsables y hacer cosas grandes. Cosas grandes como hicieron (desde el lado más humano y pequeño) maestros como Takahata y Miyazaki. De acuerdo, es Ghibli en formato azucarillo… pero de la misma manera es dulce. Y se le puede perdonar su único, pequeño y más terrible error: ¡en la casa no hay polvo ni pelusas!
Maldito Bastardo
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