La verdad es que me quedé estupefacto viendo este film del gran maestro Clinton Eastwood, Jr. Es el representante más longevo en el panorama del cine actual. Siendo sincero como siempre en sus creencias, para bien o para mal no deja a nadie indiferente. Sabe misa, por algo lleva toda la vida ahí. Y si hace falta dispara en todas las direcciones, como antaño. Es la justicia en persona y lo plasma en cada película. Ya tiene mérito que siga dirigiéndo de esta manera. El sabe cómo llegar a la gente y lo demuestra una y otra vez cada vez que desenfunda sus armas. Consigue sacar lo mejor de los actores, ya sean conocidos o no, todos hacen lo que él quiere, y de una forma tan convincente que parace real, hasta que lo bordan. Ya debe de ser muy pesado el tío, o el viejo, como quieran llamarle, para conseguir unas interpretaciones tan creíbles. Todos están geniales, sobre todo el dúo de protagonistas, pura química. También la madre, fantástica, y los secundarios igual, que no sólo andan por ahí, sino que están a un nivel superior. Pocas veces pueden llegar a ser tan cansinos y dar tanta rabia, o impotencia, siendo la autoridad. Y sobre la justicia deja bien claro que no está de acuerdo, en las formas ni mucho menos ya. Y también a los medios de mal informar y hacer creer demás. En el supuesto caso, y teniendo la presunción de inocencia, algo que se pasan por el forro sin duda.

"Me siento atraído hacia el tipo de narraciones reales. Creo que es una gran tragedia americana lo que sucedió con Richard Jewell, porque todo el mundo fue a por él. Espero que este filme le exonere de una vez por todas. He descubierto cómo ocurrió. Fue la primera vez que Atlanta había tenido algo importante en su ciudad -estamos hablando de unos Juegos Olímpicos-, y de pronto, en tres días, ocurre este terrible ataque. Se vieron obligados a encontrar un sospecho. Todo el mundo se vendió. Lo vendieron y no le ofrecieron ni siquiera la base del sistema americano. El FBI y los medios no fueron amables: eso demuestra que la gente buena puede hacer mal las cosas. Richard Jewell era la típica persona que recibía palos".
¿Cree que se le hizo justicia?
"Me alegra saber que la ciudad de Atlanta va a poner una placa en honor de Jewell en Centennial Park. Yo también le dedicaría una calle a su nombre. Se merece mucho más. Esta es una historia que merece ser contada. Quería rodar esta cinta de la mejor manera posible. He vendido muchas almas al diablo para conseguir realizar este filme".
Es parte de una entrevista, creo que no tengo nada más que añadir. Sólo véanla y opinen, el ya lo hizo.