La cúpula, o mejor, Bajo la cúpula (que es la traducción literal de su título original) presenta un escenario de estos que ahora denominamos "distópicos", el cual brinda una oportunidad para reinventar el funcionamiento de una sociedad.

Seré breve. No lo consigue. Sencillamente, se limita a reproducir el modelo yankee que tan hastiados nos tienen la mayoría de películas made in hollywood. Capítulo a capítulo, cada situación nos invita a "concluir" que la mejor solución es actuar según el modelo prestablecido.

Hice un recuento en varios episodios seguidos: más o menos la media fue entre 4 y 5 muertos por capítulo a causa de armas de fuego, que por cierto son omnipresentes en la serie. Sólo espero que, en caso de desastre mundial-ecológico-nuclear-bélico-marciano-o-yo-que-sé, mis vecinos no sean tan cafres como la mayoría de vecinos de Chester's Mill, pueblecillo situado por cierto en el estado de Maine, principal escenario de una buena parte de las obras de Stephen King.

A pesar de todo lo expuesto, voy a seguir mirando la serie, pues estoy bastante inmunizado de la porquería made in USA y me encata su puntillo friki.