Lo reconozco, me encantan las películas de atracos, robos, estafas... Y después de mucho tiempo sin pisar las salas de cine (estamos en el año 2021, inicios de la era post-covid) esta es la primera película que acudí a ver al cine. Reconozcámoslo, los argentinos hacen buenas películas cuando quieren (otras veces no quieren y también hacen buen cine, aunque algo más difícil de digerir).

El robo del siglo, Ariel Winograd, 2020 no es una obra maestra pero merece ser reconocida como uno de los mejores productos audiovisuales de este género de los últimos años.
Si desconoces que está basada en una historia real entonces igual hay cosas del guion que te resultan un poco inverosímiles, pero no: real como la vida misma. La narración funciona tan bien como el plan para robar el banco... y eso es lo que cuenta.