Como casi no voy a las salas de proyección, al menos no he pagado por segunda vez por este bodrio. Sí, segunda vez, porque la primera ha sido a través de mis impuestos con los que se ha subvencionado la peli de marras. Y yo no puedo elegir el destino que les dan.
Que una película "española" relate una historia en inglés sobre las aventuras de los norteamericanos y que además se desarrolle en Irak ¡es para morirse!.
Si la guerra del golfo se basó en una mentira de la que ya nadie duda (las supuestas armas de destrucción masiva y ser Irak refugio de Al-Kaeda), esta peli todavía miente un poco más: los terribles irakíes someten a crueles torturas a los pobres civiles yanquis.
Lo que si sabemos es que la soldadesca norteamericana ha torturado y matado a miles de iraquíes y tiene encerrados a otros muchos en Guantánamo sin garantías jurídicas.
Y ahora viene el cine "español" y le rinde pleitesía al gran hermano USA. Claro que para vender en su mercado, lo cual abunda en este juego de engaños.
A partir de todo esto, ya puede ser esta la mejor película de la historia en cuanto a planteamiento, guión, dramatismo, interpretación, etc. A mí me da iagual. Cuando no hay ética, no hay arte. También los nazis tenían su estética.
Y ya no digo nada de la miserable panda de críticos que pusieron la peli por las nubes. Y el papel que se adjudican, en este juego de intereses económicos, páginas como filmaffinity. Todo el mundo tiene que ganarse la vida, pero la mentira debería estar desterrada como fuente de ingresos.