Emociona por una temática compleja, que intenta analizar e interpretar los daños colaterales de situaciones espinosas. No deja atrás la búsqueda de las consecuencias de nuestros actos, sin justificar añade valor a pensamientos y acciones, a complejas cargas emocionales que, con la ayuda de un ritmo constante, empatiza y busca nuestro debate interno. El guion está trazado con ejemplificante maestría, sin decaer en la introducción de nuevos alicientes que reflejan la multicausalidad. No pierde el tiempo en buscar los porqués, que en cada caso serían distintos, si no de las consecuencias internar y externas, interiores y externalizadas, con sus 'no-explicaciones' y sus lagunas. Al final vemos que no siempre hay una palabra para definir ni una mirada para expresar todo lo que sentimos. La evolución de los personajes está trazada con claridad meridiana. La calidad visual, los saltos temporales, las bellas panorámicas y el deleite del trazado nos transporta sin mesura a evocadoras sensaciones. Deleitémonos de un tema espinoso sin santificación de personajes. Amemos las incongruencias y sobre todo el detalle sutil de la oda a la vida.