Cuando vi por primera vez esta película me pareció una obra entrañable y cargada de buenos mensajes, que incluía, no sólo el cambio de actitud de un viejo cascarrabias hacia una cultura y una etnia que desprecia, sino también porque trata de nuevo las complejas y difíciles relaciones entre los hijos y los padres mayores, siempre mirando la generación joven por sus propios intereses.

El gran Clint Eastwood logra llevar a la pantalla una especie de redención y reparación de lo que fueron sus papeles de duro e implacable en tantas cintas violentas encarnando al duro, con un relato directo y una renovada necesidad de afecto y comprensión. Película magistral concebida con los medios justos, con enorme talento, con sentido moral.

Excelente el guión de Nick Schenk, adaptación de una historia del propio Schenk y Dave Johannson. Un libreto impecable, sólido y trabado que mereció ser galardonado como Mejor Guión por el National Board of Review a finales de 2008. Muy buena la música de Kyle Eastwood y Michael Stevens, y sensacional fotografía de Tom Stern.

El reparto está sostenido por un Clint Eastwood que se interpreta a sí mismo ad initio, pero que poco a poco va hacienda todo un proceso de cambio interior que tendrá su clímax en un desenlace verdaderamente inesperado y sorprendente; y Eastwood está en este rol, sobresaliente, su cara marmórea consigue volver a llenarse de expresividad con unos diálogos tan incisivos como hilarantes en su fondo. Le acompaña un grupo de excelentes actores de reparto como Christopher Carley o Bee Vang.

Esta película, que estuvo ausente de las nominaciones a los Oscar en 2009, sin embargo fue la película más taquillera y exitosa en el año de su estreno, y también de la filmografía de Eastwood.

Gran retrato del choque frontal entre culturas; el personaje Walt que poco a poco se va abriendo, cuando en principio estaba cerrado al máximo, con una mirada que solo Eastwood sabe poner, los remordimientos que él sabe se llevará a la tumba por recuerdos de un difícil pasado, no aceptar que el mundo ha cambiado y la dificultad para él poder cambiar, cosa que irá elaborando y haciendo, y un humor característico que hace su papel de distensión. Y el Gran Torino, esa máquina-tesoro que sirve de unión entre dos culturas muy diferentes.

Es una narración directa al corazón del espectador y muy viva en detalles, con momentos muy elocuentes, cine para sentir; una enorme obra que gusta, profundiza y hace reflexionar.

`Gran Torino`, sin adornos ni grandezas, te va a resultar una cinta hermosa con su mensaje emotivo e incluso poético e inaudito, que sirve de alimento espiritual para quien visiona esta importante obra que tiene un mensaje moral sobre la redención, el sacrificio y la posibilidad de poderse ir de la vida cantando bajito, haciendo mutis por el foro.