Sienta bien una película de gente buena, de recuerdo de tanta gente que ha sido maltratada, de la fe en Dios (¿o es que no se pueden hablar de Dios?) El texto que aparece en la misión, en el cristal, es el famoso pasaje de la carta de San Pablo a los Corintios.
Como película está muy bien contada, sin muchos alardes técnicos y con una fotografía impecable.
Lo mejor, la actuación de Renée Zellweger, que no en vano tiene dos Óscars.
Es verdad que soy especialmente sensible hacia el desagravio que ha de hacerse a los afroamericanos por la crueldad que sufrieron durante siglos, y aunque el papel de Denver está un poco exagerado, no deja de impresionar, sobre todo la escena de cuando habla en la iglesia.
Lo que hace esa familia ayudando en la misión puede parecer una gota de agua en el mar. Pero si cundiera el ejemplo y hubiera muchos millones de gotas de agua este mundo sería otra cosa.
Gente de buen corazón, no es fiéis de esa media de 5,5. Es una película conmovedora.